Una nube en los ojos
me vino como un flechazo,
y en mi rencor, amigazo,
entero yo me jugue;
quiso el maula reirse
manchando mi frente honrada
y por tan mala jugada
sin compasión lo achure.
Amigazo, fue una noche,
que en mi mente llevo escrita...
Una tierna vidalita
a la hereje desperto.
Yo, que en el secreto estaba,
puse fin a mi venganza
cuando vi al cantor aquel (1)
que a los labios de la infiel
como abrojo se prendio.
Los celos senti,
tantie mi facon,
y luego, a lo gaucho,
le abri el corazón.
Y desde entonces...
mi alma va errabunda
atada a la coyuna
de aquel doliente amor.
Chupemos juntos...
quiero olvidar, sonriendo,
el hoyo que esta abriendo
la chuza del dolor.