El hombre a quien amaba con gran pasión
Que nunca le hubo comprendido
Se fue riendo de la pena y amor
Y Hollín, la pobre mujer
Que siempre piensa en él
Lo llora en sueño y lo ve en su dolor
De vuelta al nido del querer
Que antes él dejó, siguiendo a una flor
Ya marchita del placer
¡Ay! Hollín, le cantaba entre la rosa
Anhelo estar a tu lado siempre así
Y entre abrazos y frases muy hermosas
Daba su alma y vida juvenil
¡Ay! Hollín, suspiraba entre las rosas
Ella no se irá de mi lado nunca más
Viviremos juntitos muy felices
Porque yo nunca te podré olvidar
Cenizas quedan de aquel sincero amor
Virtud que el malo ha despreciado
Y es tanto lo que sufre su corazón
Que bien quisiera poder
Olvidar su pasión
Si alguna vez el retornara por allí
Cansada le ha de repetir
Que de los ardientes amores
No quedan llamas
Fue tan solo un pobre hollín