Era una volta un píccolo navío
Que non podeva, non podeva navegar
Así cantaba
A golpe de martillo
Un fuerte obrero
Sin dejar de suspirar
Y mientras trabajaba
Su semblante reflejaba
Que sufría
El más profundo dolor
Que a su pesar
No podía olvidar
A la mujer
Ingrata que aún amaba
Tuvo amor a una mujer
Y le dio su corazón
Y ella no supo corresponder
Como debía ser, a esa pasión
Frágil fue con él la infiel
Como un barco de papel
Del viaje la infeliz
Lo abandonó, él cantaba así
Era una volta, un píccolo navío
Que non podeva, non podeva navegar
Y pretendió
Salir al mar bravío
Desdeñando el dulce puerto del hogar
Y un buen día
Engañada mar afuera
Por la corriente arrastrada
Fue por otro timonel
Que pronto se cansó
Y a la pobre dejó
Perdida en medio de la marejada
En las aguas del placer
Ella quiso navegar
Y cual un barquito de papel
La pobre no tardó en naufragar
Y por eso, sin cesar
Él cantaba su dolor
Porque no podía olvidar
A la que fue su gran pasión