La llamaban muñequita
Porque en sus ojos de cielo
Y en el oro de su pelo, nada había de mujer
Y porque en toda su linda
Personita pizpireta
Pobrecita, tan frágil coqueta
Era una muñequita, juguete de placer
Linda muñequita de seda
Nacida para alhaja de vidriera
Nunca sospechó que la vida
Su juego de placer también olvida
Y vistió la esperanza
Y se lanzó al torbellino
Tal vez confiada al destino
De su interior de aserrín
Pero llegó la hora
Que de jugar cansada
Muñequita abandonada
La dejó su ilusión
Y como un pobre juguete roto
Cuando su pecho se abrió a la cuita
Se supo entonces que muñequita
También tenía su corazón