Cuantas veces por las noches, al mirar los pordioseros
Siento en mi pecho una pena que no puedo remediar
Y me acerco a los que dicen con sus ayes lastimeros
El dolor de estar durmiendo junto a un mísero portal
Los contemplo con un dejo de pesar que me quebranta
Porque caen dentro de mi alma las angustias sin cesar
Y parece que en mi pecho la tristeza se agiganta
Porque siento los dolores de los que sufriendo están
Me rebelo ante el destino cruel, qué miserias y dolores da
Y apenado me pregunto, ¿dónde está la caridad?
Donde se halla el dejo altruista, que de grande eso se puebla
Si a los que andan entre nieblas no se les tiene piedad
Miro a todos los que pasan sin que nada les conduela
Sin que nada les preocupe de la vida en su ambular
Y no saben, de egoístas, que la frase que consuela
Vale tanto o más acaso que la misma caridad
Mientras sigo me pregunto, si no clavarán mi vida
Las garras de mi infortunio que castigan más y más
Pues comprendo que en la vida puede haber una caída
Y pasar noche amargas junto a un mísero portal
Me rebelo ante el destino cruel, qué miserias y dolores da
Y apenado me pregunto, ¿dónde está la caridad?
Donde se halla el dejo altruista que de grande eso se puebla
Si a los que andan entre nieblas no se les tiene piedad